Sin lugar a dudas una parte muy importante del buen funcionamiento de una hermandad, en especial cuando llega la Semana Santa, es su Sección Interna de Tambores. En general sus componentes suelen ser jóvenes entusiastas que con verdadera entrega y afición dedican muchos días de ensayo para unas pocas horas de procesión en la que deben demostrar su habilidad. Suponiendo, claro está, que las frecuentes lluvias de esta época no impidan el natural lucimiento.
El redoblar del tambor crea un diálogo extraordinario entre Dios, Cristo y hombre. Los tambores lanzan mensajes en un toma y daca sutilísimo sin palabras, anuncian como toda la carne es golpeada. La de Cristo y la nuestra en el dolor se confunden. Ese bloque de dolor que la palabra torpe siempre, no sabe describir, la suplen las vaquetas hermanadas con el tambor, materializado en una vibración, en un grito cromático. ¡ Es la Voz de un pueblo que no quiere morir!.
En la Procesión del Entierro del Viernes Santo de1976 es el año que por vez primera desfila la Hdad. Del Stmo. Cristo del Calvario estando precedida de una banda de cornetas y tambores que vestían los hábitos de la cofradía de la Purísima Sangre.
El Viernes Santo de 1977 la Hdad. Estuvo acompañada, en la procesión del Nazareno en su subida al Calvario, por la Banda de tambores y cornetas de Alcora. ( Por aquel entonces la Hdad. Del Cristo del Calvario era la encargada de esta procesión).
El Vienes Santo de 1978 la percusión de la cofradía la integran dos tambores, un timbal y una caja redoblada por Carlos Renau Castañ durante la subida del Nazareno hacia el Calvario y su retorno a la iglesia parroquial ya con Cristo Crucificado. Pero en la procesión del Santo Entierro las autoridades negaron la salida a los tambores de la cofradía por problemas financieros entre ésta y la banda de tambores de Alcora, surgidos del año anterior.
En los dos años siguientes la percusión decayó un tanto, y el entonces Hermano Mayor tuvo verdaderos problemas para que la cofradía fuera acompañada por tambores en sus procesiones, así pues en 1979 minutos antes de la Subida del Nazareno al Calvario convenció a un joven José Luis Esteban, al que le entregó un tambor. Éste, que nunca había tocado un tambor, con mucha moral y convencido de que así colaboraba en un mayor realce de la procesión, empezó a golpear la piel de aquel viejo tambor de caja de metal dorada y aros de madera rojos. Lo pasó tan mal subiendo que una vez llegado al Calvario se descolgó el tambor sin quitarse el capirote para no ser reconocido y renunció a él en la procesión de bajada. Al año siguiente, 1980, de nuevo el Hermano Mayor le presentó el tambor y por su puesto fue el propio Hermano Mayor el que tuvo que desfilar tocando el solo en la procesión del Nazareno. No obstante, José Luis se prometió a sí mismo formar un grupo de tambores lo suficientemente decente como para poder acompañar a la Hermandad en sus procesiones y así engrandecer la belleza de la Semana Santa de Alcora. Se pasó todo un año ensayando la primera marcha lenta y animó para que le acompañaran en su aventurero propósito a su amigo y cofrade Tico Cortés y al crío Javier Calbo que entonces sólo contaba con seis añitos.
Así pues en 1981 se fundó la Sección Interna de Tambores de la Hermandad que bajo el lema “El Tambor, Voz de la Semana Santa” acompañó a la Hermandad en las procesiones del Viernes Santo y Domingo de Resurrección.
En 1982 se añadieron al grupo un Timbal y otro tambor, haciéndolos sonar José Luis Vives y Francisco Aparici respectivamente.
Ya en 1983 la Sección Interna de Tambores estaba integrada por José Luis Esteban López (Caja), Vicente Cortés Nacher (Tambor), Javier Calbo Paús ( Tambor), Francisco Aparici Lluesma (Tambor), Hector Carnicer (Tambor) y José Luis Vives Chamarro (Timbal).
En 1984 se dieron de baja Vicente Cortés y José Luis Vives, tocando el timbal Emilio Cortés, hermano de Vicente.
En 1985 se integra en el grupo como timbal Manolo Miralles Portolés.
En 1986 se añade al grupo Raúl Puchol Sahera tocando el tambor. En este año además de desfilar en las procesiones de Semana Santa en Alcora se desfiló en Almazora el Domingo de Ramos por la tarde en un Solemne Vía crucis acompañando a la hermanada Cofradía del Cristo del Calvario almazorino. Al carecer de tambores dicha cofradía se le dio un carácter muy solemne a la procesión, siendo muy alabados por los cofrades anfitriones.
En 1987 la Sección Interna de Tambores está formada por: José Luis Esteban y Javier Calbo que redoblan, Francisco Aparici, Hector Carnicer, Raúl Puchol, Javier Escrig y Juan Vallés, como tambores, y Manolo Miralles de timbal. Participan en todas las procesiones de la Semana Santa alcorina, estrenando el Domingo de Ramos de ese año la primera Marcha rápida (Tratatatatám). Al finalizar la procesión y misa del Domingo de Resurrección, como reconocimiento a los tamborileros por sus horas de ensayo, el director del grupo, José Luis, les hizo entrega de un diploma en pergamino acreditativo de pertenecer a la Sección de Tambores y posterior invitación a un aperitivo en la Pista Jardín, ayudando a sufragar los gastos del mismo Salomé, novia de José Luis, que por aquel entonces todavía era estudiante de medicina.
En 1988 se incorpora a la Sección de Tambores Javier Gorriz y se compra un nuevo timbal que lo toca Juan Vallés, el resto sigue igual. Comenzaron los ensayos el 6 de febrero. Entonces se ensayaba en Santa. En la procesión de la Bajada del Calvario del Viernes santo se estrenó la segunda marcha lenta (de José Luis Esteban).
Ese año José Luis no sabía que obsequiar a los miembros del grupo de tambores y habló con Eugenio Ponz, ATS entonces en Mutua de Azulejeros y compañero de trabajo suyo, pidiéndole a Eugenio que le pintara unos azulejos con un cofrade del Cristo tocando el tambor. Eugenio lo que hizo fue dibujar a plumilla un tamborilero para sacar de él una pantalla y la empresa ceramista INALCO hizo sobre trescientos azulejos. Así pues no solo sirvieron como regalo para los componentes de los tambores, si no que se le regaló uno a cada cofrade. Siendo éste el primero de la serie de azulejos que cada año ha ido pintando Eugenio y que se ha consolidado en una gran colección muy preciada tanto por los cofrades alcorinos, como por los de toda la España del tambor y bombo semanasantista.
El Domingo 8 de Marzo, puestos en contacto con Isidro Falo Roma y Ana María Remón Arcal, responsables de La Exaltación de las Costumbres de La Puebla de Hijar, e invitados por ellos, al finalizar la procesión de Ramos, partió el grupo de tambores hacia la Puebla de Híjar a presenciar la Exaltación del Tambor y Bombo de Semana Santa. Comieron de bocadillo a los pies del “Monumento al Tamborilero” en la Charca de Alcañiz y a primeras horas de la tarde llegaron a La Puebla. Allí fueron muy bien recibidos por los anfitriones, colmándolos con todo tipo de atenciones y acomodándolos en la primera fila de la Presidencia para poder disfrutar cómodamente del acontecimiento tamborilero. A su vez los alcorinos correspondieron regalando azulejos que fueron muy preciados por ellos. En la exhibición participaron los grupos de tambores pertenecientes a las cofradías más importantes de Aragón, sobre todo de Teruel y Zaragoza. Este acontecimiento, por el tipo de instrumentos y su forma de tocarlos, fue la clave y comienzo del nuevo concepto que se tiene del toque del tambor y el bombo, comenzando por la Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario, adoptado por las otras dos cofradías alcorinas y posteriormente por todos los grupos de tambores, que a partir de la Hermandad del Cristo han ido incorporándose recientemente en la Semana Santa de la provincia de Castellón.